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Mostrando entradas de abril, 2020

Invasión al laberinto.

Cuando abandonó la vieja casona de Constitución aun se hallaba en shock y a poco estuvo de ser arrollado por un fulmine tranvía. Minutos atrás, confinado en el estrecho sótano, había quedado atónito ante ese objeto prodigioso. Blandía los pálidos párpados con excitación enciclopédica. Luego apareció el gesto depravado cuando uno de los infinitos puntos del Aleph guió su atención. Una negligente fecha de octubre venidero le hizo comprobar que el unánime aparato también sugería el futuro. Dejó en ese instante de reparar en astrolabios, zaguanes sombríos, fatigados laberintos y todo lo demás. Sintió vértigo desenfadado. Contempló en cambio la presencia de un general con ánimos de tirano, vacaciones pagas, ferrocarriles nacionales, una populosa como ajena Mar del Plata y tantas otras aberraciones. Un neologismo había invadido el Aleph. No falseo los hechos si advertimos su vano intento en desacreditar la autenticidad de este Aleph y situar el verdadero en algún lugar remoto de

Cuarentena

Amanece. Decido bajar a la calle para ver que ocurre. Ya van nueve meses de encierro estricto. La situación iba dentro de todo bien, pero hace unos días las cosas comenzaron a empeorar. Primero se cortó la luz y el internet. Enseguida las estaciones de radio quedaron mudas. Esta última noche comprobé que no había ruido alguno, todo era silencio. Mi departamento da al contrafrente y poco puedo enterarme desde una ventanita que rompe contra un paredón. Con luz de vela me asomé al hall. Golpeé la puerta de mis cinco vecinos de piso... nada. Por la boca de la escalera y el ascensor grité el nombre del encargado... mudo. Volví al departamento a lavarme la cara sudorosa. Una última gota asomó del grifo. Fui hasta la alacena para ver que quedaba: una lata de arvejas y media botella de whisky. Me serví un vaso para pasar la noche. En esta pandemia había tomado todos los recaudos. En la anterior había fallecido mi esposa junto a miles de personas más. En su gran mayoría ancianos. Aun así, pes