He soñado que todo arde alrededor; la almohada, la cama, la habitación entera dominada por llamas que se propagan arrogantes. Despierto tan confundido como sobresaltado. Persiste la transpiración por mi piel aun sabiendo que solo había sido un sueño. Al ver mis manos siento grandioso espanto. Una está sujetada a un bidón repleto de gasolina, la otra blande el encendedor.
Pensamiento Carretel